El de cuando no había nada que decir

Hoy es cuando no hay nada más que decir, cuando no hay nada más que contar, cuando parece morir una sensación de enterramiento profundo en lo más profundo del corazón, hoy es cuando todo lo vivido en anteriores ocasiones parece venírseme abajo, cuando todo lo que creía seguro se desmorona, hoy es cuando las palabras se me quedan cortas para expresarme y cuando no puedo expresarme con demasiada claridad, cuando las ganas de seguir se vuelven hacia atrás, hoy es cuando no tengo ganas de mucho pero a la vez muchas ganas de romper con lo poco que me queda por ver, por sentir, por descubrir, muchas ganas de evasión y pocas de nada más, ganas de ser invisible, hoy es cuando los sentidos se han agolpado a un lado de mi interior y me han hecho daño, cuando he sentido la necesidad de gritar pese a mi estado de calma, cuando he pensado que puedo mantenerme sereno y nervioso por dentro, cuando no he sido capaz de decir nada claro, cuando no he podido ponerme unos tapones o quitarme una venda de los ojos, hoy es cuando ha pasado la historia delante de mí unas cuantas veces y he sentido tristeza, hoy es cuando no he podido llorar aunque tenía ganas de hacerlo, hoy es cuando mi ahogo interno se ha quedado a vivir durante una temporada, cuando no he podido desahogarme quizá como quisiera, cuando he necesitado alguna buena palabra y mis oidos sordos se la han pasado por alto, hoy es cuando la necesidad de hablar me ha inundado y me he quedado mudo, hoy es cuando se ha cerrado otro capítulo de mi vida.

Just shoot me