Y es que los tiempos han cambiado: hace algunos años las campañas publicitarias se planificaban para entornos muy locales con lo cual se tenía la certeza de que el coche siempre iba a tener un nombre muy digno y respetable, pero ahora todo es diferente. Por poner algunos de los ejemplos:
Los clásicos en castellano

Nissan Moco. Fue el primer microcoche japonés presentado en 2001. Es un buen ejemplo de un nombre muy guarro para un coche muy modelno, (aunque la verdad que viendo su campaña publicitaria tiene algo de sentido: “se puede meter en cualquier parte”).
Mitsubishi Pajero. Con ese nombre el coche tenía un futuro asegurado en España, pero por cuestiones de marketing el nombre fue cambiado a Montero…menos mal. Lo malo fue que no cambiaron su página web con lo cual, todo aquel que quiera información del susodicho tiene que ingresar a www.pajero.com
En otros idiomas
Buick “LaCrosse”. El nombre tenía estilo, fuerza y glamur en cualquier sitio…menos en la parte francófona de Canadá donde el término más que a un coche hacía referencia a actividades vinculadas con Onán.
Honda “Fitta”. Para los españoles un nombre inocente y casto, pero en algunas regiones de escandinavas se utiliza para denominar cierta parte de la anatomía femenina
Toyota MR2. Pronunciado en francés suena a "merde".
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