jueves

El de la máquina ladrona

Era la semana fantástica y sin grandes almacenes de por medio, ya que estaba a punto de cobrar mi sueldo, estaríamos a punto de empezar a comprar lo necesario para un gran viaje y la ilusión se había transformado en un señor bajito y con bigote que me acompañaba a todos sitios.
Pues bien... pero no, finalmente no ha sido así y hay que aplazar el gran Scape para otra ocasión, con el único consuelo de: "Eh!, este queda pendiente".

Esta mañana me acerqué a un cajero automático dispuesto a sacar unos cuantos euros. Al marcar la cantidad apreté el botón de 150€. Cuando me preguntó si quería un recibo, lo rechacé y esperé a que saliera el dinero.
Con cara de bacalao a las 8 de la mañana miré como la máquina me devolvía cinco billetes de 20 y uno de 50€...

- No puede ser, este cacharro me ha dado 50 euros de menos!

Y entré para hablar con una tia de las que están en las mesas que nadie entiende como cobran un sueldo por hacer mover el aire. Le expliqué el tema, la mareé un poco y finalmente se dio cuenta de que cinco billetes de 20€ cada uno MÁS uno de 50 hacen un total de 150€.

No se puede levantar uno a las 5 de la mañana y que la gente pretenda que seas Pitágoras, no te jode..
Asocié entonces, por mero aburrimiento rutinario matinal, que la vida también se parece a los cajeros automáticos, no sé muy bien en qué, pero se parecen. Cuestión de asociación...

Tras el fracaso del viaje al país yankee, empezamos a proponer otros destinos, y finalmente ha salido Londres.
Las ganas de volver me pueden y probablemente mi regreso signifique un montón de recuerdos que me dejé por allí y me entre morriña y tenga ganas de llorar y amarrarme a una cabina de las rojas y mis compañeros me tendrán que pegar, pero todo se verá.
Lo pasaremos bien, como Willy Fog y sus amigos. Y es que ya mismo estamos asociando los roles de cada uno. A propósito, yo me pido a Rigodón, por joder en Inglaterra con acentillo francés.

La morriña forma parte de mi vida, siempre echo de menos los buenos momentos, y de ahí se forma mi carácter anclado al pasado. A veces al pasado muy pasado y otras al pasado muy actual.
Últimamente he tenido días tontos y días muy, muy tontos, un poco ñoños, un poco imbéciles y otro un poco infantiles. No puedo evitar sentirme apagado al recordar cosas recientes y que ahora echo de menos, pero siempre intento salir adelante.

Algunas de esas cosas son también mis recuerdos de niño.
Buscando en YouTube, esa otra bendita máquina ladrona, he podido saciar mi apetito infantilón encontrando algunas de las que fueron las series de mi vida:

Los Tiny Toons, Isidoro, Alfred J. Kwak, Los Snorkels, Los Fruitis, la hormiga Ferdi, Los Osos Gummy, Los mundos de Yupi, Los Pequeñecos, La vuelta al mundo en 80 días, Heidi, los Wuzzles, Sherlock Holmes, la rana Raponchi, el osito Misha, Los Trotamúsicos, la foca Seabert, el panda Tao-Tao, Lucky Luke, la ardilla Alvin, La Aldea del Arce... y así podría seguir durante 24 entradas más.

Pero sin duda, dos series marcaron mi vida y me fascinaron por la forma de su buen hacer. Series que, sin duda, destaparon sin pudor lo que hoy es una de mis pasiones en alto grado. Dos series iguales en cuanto a su ser se refiere. Dos series tan opuestas como
Fraggle Rock, y Los Aurones. Opuestas en cuanto a sus paises de origen, a material usado, y sobre todo a su temática.

Y así funciona mi vida, entre colores, marionetas o puppets, que me gusta más, descubrimientos y personajes o situaciones que nunca ocurrirán. Atrapado en los 80... esa sí que es una máquina ladrona.







BONUS








PlizzzzzzzzzssssTayTuned...

1 comentario:

Fernando Bside dijo...

Será como aquella canción, de los años 80, seré como el tipo que algún día fuiiiii... ya terminée.....

Y como vamos nos vamos, sea como sea y fuere.

Y me alegro de ser tu amigo, aleee!

Y un abrazoo tan grande como el mes que me han prorrogado en el parque!

Agur!